La base para una protección contra la corrosión exitosa
El punto de rocío es la temperatura por debajo de la cual el vapor de agua se condensa como rocío. Cuanto mayor es la temperatura, más vapor de agua puede absorber el aire. A medida que la temperatura disminuye, también lo hace la capacidad del aire para absorber la humedad, por lo que el vapor de agua se condensa como líquido.
Este fenómeno juega un papel importante en la protección contra la corrosión: si la superficie no está completamente seca durante el proceso de recubrimiento, las propiedades adhesivas de la pintura pueden verse severamente afectadas.
El punto de rocío está determinado por la temperatura y la humedad relativa. El factor decisivo aquí es la temperatura del objeto: si su superficie es más fría que el aire ambiente, la humedad se condensará sobre él, incluso si la humedad relativa está muy por debajo del 100%. De acuerdo con la norma DIN EN ISO 12944, la temperatura del objeto debe ser al menos 3 ° C más alta que el punto de rocío durante todo el proceso de recubrimiento.
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